TEXTO INTRODUCTORIO DE LA MUESTRA COLECTIVA "VIDAS SITIADAS", por Iuri Izrastzoff.
El devenir suele levantar muros prepotentes, que por su propia eficacia o nuestra resignación, quedan ahÃ, permanentes, sitiándonos en nuestra tierra y robándonos una vista agradable. Algunos muros son imprescindibles para preservar la existencia, y hay otros que, aunque construidos sin razón aparente, con frecuencia mantenemos y extendemos. El fantasma al otro lado determina su altura y solidez. Sin embargo, no son indestructibles, es posible saltarlos, e incluso derribarlos. Como en los mapas y en la geografÃa, existen lÃmites materiales y otros imaginarios. Una cadena montañosa será infranqueable según la manera elegida para atravesarla; existen pasos, cornisas, túneles, y a veces un baqueano indica un recorrido. Estos caminos no entregan garantÃas: son irregulares y con pocas señales. Pero es preciso transitarlos para recobrar aquella vista perdida, y acaso, descubrir alguna soñada.